9:48:45

Mañana del frío hinvierno, como cada mañana, me levanto a causa del placentero ruido de los gritos de madres que ven morir a sus hijos, de familias desoladas por el hambre, de una bomba estallando en un hospital.

Me visto tranquilamente, me armo con mi Kalashnikov (AK-47, Rifle de asalto), por si a algún radical le da por explotar en coche y saplicarme con su sangre, que al menos le pueda volar la cabeza primero.

Me enciendo un cigarro, abro la puerta de mi casa provisional, pues no tardaré mucho en matar al dueño de otra para quedarme con su vivienda, y veo el mundo. Espléndido; Hoy parece un dia tranquilo, sólo oigo tres explosiones, un par de miembros mutilados en mi calle y un par de tanques al fondo. Doy un paso. Mierda...He pisado un charco de sangre...¡Me he manchado el pantalón! ¿Estos afganos no saben que la sangre no se va en el cuero? Joder...

Bueno, recibo una llamada a mi móvil diciéndome que me pasan a recoger en catorce minutos. Espero pacientemente, de vez en cuando si pasa alguien por la calle le amenazo o le disparo en una pierna, para reírme un rato.

Al rato llega el coche, un trabajado coche camuflado por el gobierno de mi país, evidente nada que ver con la escoria de país donde me encuentro. Me monto en el coche, me dicen que en el maletero tengo una Dragunov SVD (uno de los rifles de francotirador más vendidos en el tercer mundo) Y las instrucciones sobre mi objetivo. 

Entre explicaciones llegamos al lugar, un edificio abandonado en el que sólo se hospedan cadáveres putrefactos. El edificio está al lado de la sede de la paz del país (un edificio que apenas se mantiene en pie).

Subo las escaleras del edificio mientras leo las instrucciones; Objetivo:Kab Kalash, un importante jeque árabe, traficante de armas, deduzco que será la competencia de mis jefes. Me adjunta una foto del susodicho. 

¡Mierda!, he tropezado con un cráneo de niño y casi me caigo, se me llega a caer el cigarro y no sé que hubiese pasado...

Llego al tejado, me coloco en la cornisa y monto la Dragunov, entre tanto doy un ojo a la ciudad. Emotivo. Desde 15 plantas de altura la muerte se huele estupendamente, sobretodo si estás del lado que masacra.

Bien, coloco la arma en su sitio, la cargo, quito el seguro y me intento relajar, el objetivo tardará aún unos minutos en llegar.

Me inyecto por via intravenosa un potente relajante muscular para tener un pulso óptimo, no quiero fallar con mi objetivo y no abrirle el cráneo de par en par.

Me acabo el cigarro. Inmediatamente me enciendo otro. Fumar, el mejor placer que hay, inclúso mejor que matar a una madre embarazada indefensa con tus propias manos delante del cuerpo mutilado de su marido. Evidentemente muertos por no luchar por su patria...Estos pacifistas de mierda...

Diviso movimiento, el objetivo está llegando al punto de encuentro. Bonito coche, un Bentley Continental, irónico modelo de coche, aparte de caro.

Bajan de éste un chófer y abre la puerta derecha trasera, sale el objetivo, le tengo en el punto de mira, pero aún no le voy a hacer la cabeza papilla.

Sube al helipuerto donde se encuentra con el presidente corrupto del país, le atravesaría la cara con una bala, pero no está en la jornada.

Le tengo, le miro a los ojos a 60 metros de distancia. Lo bueno de una Sniper (arma francotirador) Es que puedes ver la cara de tu víctima aún entera justo antes de apretar el gatillo, todo con total claridad y nitidad. Es fabuloso.

Pongo el dedo en el gatillo mientras el jeque se da la mano con el presidente, apreto el gatillo.

Una bala fría corta el aire, se oye un .."choft" y en una décima de segundo los ojos de mi objetivo se encuentran a unos 2 palmos de distancia, acerté de pleno. Cabeza reventada justo por el centro. Sonrío por que me recuerda a un globo de agua y saco de mi bolsillo un cuadernillo sucio, me apunto otro tanto en el apartado "Headshoots". Llevo 30 esta semana. Genial.

Bien, en menos de lo que me ha llevado desmontar el soporte del arma y levantarme el presidente ya está a unos 200 metros con su helicóptero privado. 

Bajo las escaleras con el arma colgada en la espalda. Veo el cráneo del niño con el que me tropezé anteriormente y lo chuto enérgicamente, se rompe contra una pared.

Llego abajo, el coche de mis jefes ya está aquí, me monto, recibo un sobre con la paga de hoy y me dejan en mi casa cual bus escolar (Americano, que los de aquí explotan).

La recolecta de hoy es fructífera, 4.000 Dólares y un paquete de cigarros. Esto de ser asesino a sueldo me va a matar algún dia...Maldito tabaco.

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Divertida historia, no creéis? La mente humana es demasiado sensible a otras (véase el movimiento Nazi, o la economía de guerra). 

Una persona puede carecer de sentimientos, como el protagonista del texto (del cual no estoy relacionado para nada, ni de forma física y, por supuesto, ideológica o psíquica).

Pondría inclúsive cosas peores, pero me da lástima que me cierren el blog. 

La guerra, una secta, por decirlo así, que capta acólitos a una muerte voluntaria y segura. 

Nada más. 

Si queréis ver mi lado menos explícito, pasaros por mi fotolog:

www.fotolog.com/ed_gar_tunero_93

[Eddy Desings] Don´t worry, be happy

(10:16:12)